Viaje por la Ruta Romántica

La Ruta Romántica: un viaje por algunos de los pueblos y monumentos más bonitos de Alemania

Establecida ya en 1950, la conocida como Ruta Romántica (Romantische Strasse) de Alemania es una de las rutas vacacionales más populares del país. Y con razón, sus 460 kilómetros aguardan pueblos medievales, iglesias y palacios barrocos, paisajes bucólicos y monumentos únicos como el Palacio de Neuschwanstein.

Cruzando Baviera de norte a sur, la Ruta Romántica comprende un recorrido de unos 460 kilómetros, mayormente por carreteras secundarias, que permiten la visita de decenas de monumentos y lugares de interés situados en 29 municipios, todos ellos singulares.

Estos son algunos de los lugares y monumentos más destacados:

Wurzburgo (y su Residencia)

Situada a orillas del río Meno en el extremo norte de Baviera, la ciudad de Wurzburgo (Würzburg; 130 000 habitantes) destaca por su arquitectura barroca, sus colinas salpicadas de viñedos y, de forma muy especial, por la Residencia de los obispos. Es, asimismo, el punto de inicio de la Ruta Romántica.

Lamentablemente, la ciudad fue destruida por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, y con ello gran parte de su patrimonio histórico. Ya reconstruido, en algunos casos con más acierto que en otros, el caso es que su Residencia ha recuperado su magnificencia. Se trata de una obra maestra del barroco alemán, construida en la primera mitad del siglo XVIII y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981. Solo por la visita a este palacio, ya merece la pena empezar la ruta en Wurzburgo.


Rothenburg ob der Tauber

Entre Wurzburgo y Rothenburg ob der Tauber encontramos algunos pueblos encantadores, con sus iglesias, sus palacios barrocos y las típicas casas de tipo Fachwerk (arquitectura de entramado de madera). No obstante, ningún otro lugar tan bello como Rothenburg (11 500 habitantes).

A pesar del palmario impacto del turismo internacional, también sobre su urbanismo y su actividad comercial, Rothenburg sigue siendo uno de los pueblos más bonitos del país y una parada imprescindible en la Ruta Romántica. 

Conserva un maravilloso centro histórico de carácter medieval, estupendo para disfrutar de una jornada callejeando y admirando su increíble patrimonio: desde su recinto amurallado intacto a sus preciosas plazas, Rothenburg está lleno de rincones por descubrir.


Dinkelsbühl

Bastante menos conocido entre el público internacional que Rothenburg ob der Tauber, el pueblo de Dinkelsbühl (11 500 habitantes) no se queda atrás, en cuanto a belleza y patrimonio histórico. 

Es cierto que está menos preparado para el turismo, con menos actividad comercial, oferta gastronómica o de alojamiento, pero también lo es que sufre menos el impacto que ello supone. 

También conserva un precioso casco histórico medieval, con su recinto amurallado, palacios y edificios de arquitectura Fachwerk. La iglesia gótica de San Jorge destaca en la plaza principal.


Nördlingen

Siguiendo hacia el sur, abandonada ya la región bávara de Franconia, nos adentramos en Suabia. Aquí encontramos algunos puntos especialmente interesantes, como el castillo de Harburg o las ciudades de Donauwörth y Nördlingen.

Ambas son preciosas y merecen la pena, pero Nördlingen (20 000 habitantes) quizás tenga algo más de encanto. En el corazón del Ries (un cráter meteórico caído hace 15 millones de años), esta antigua Ciudad Libre Imperial conserva preciosos edificios medievales y una iglesia muy singular, cuya torre (Daniel) mide 90 metros. Subir hasta lo alto permite disfrutar de unas vistas magníficas de la ciudad y la comarca. 


Augsburgo

Aunque es cierto que allí se pierde la magia de los pueblos medievales del norte, la visita a la ciudad de Augsburgo (Augsburg, 300 000 habitantes) es obligada en el marco de la Ruta Romántica.

Arrasada por las bombas en la Segunda Guerra Mundial, no hay que pasar por alto la dilatada historia y el abundante patrimonio de esta ciudad fundada por los romanos y declarada Patrimonio de la Humanidad por partida doble. Imprescindibles son, bajo nuestro punto de vista, el Salón Dorado del Ayuntamiento, la catedral o la Fuggerei, el primer grupo de viviendas sociales de la historia fundado por Jakob Fugger en 1516.


Landsberg am Lech

Podríamos decir que hay dos Rutas Románticas: por un lado, la parte norte entre Wurzburgo y el Danubio; por otro, la mitad sur a partir de Augsburgo. En el tramo septentrional destacan los pueblos medievales y el paisaje de campiña dedicada principalmente al cereal. En el tramo meridional, por el contrario, el patrimonio barroco se va conjugando con la arquitectura alpina y las tierras llanas de labranza van dejando paso a los verdes prados ondulados, justo antes de acabar el itinerario a la puerta de los Alpes.

En ese proceso de aproximación a las montañas encontramos la pequeña ciudad de Landsberg am Lech (28 000 habitantes), ya en la Alta Baviera. Bañada por el río Lech, es encantadora igualmente por su arquitectura e invita a un paseo sereno por su centro histórico


Pfaffenwinkel: Rottenburch y Wieskirche

Algo así como el “rincón de las parroquias”, en el denominado Pfaffenwinkel encontramos algunos de los claustros e iglesias más bellas de Baviera. Solo dos de estas se incluyen en la Ruta Romántica, hablamos de la iglesia de la Natividad de María en Rottenbuch (no confundir con Rothenburg) y la Wieskirche en Steingaden. Este último templo, por cierto, considerado una obra maestra del rococó bávaro y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Por cierto, estamos llegando al final de la ruta, a escasos kilómetros de los Alpes.


Neuschwanstein (en Schwangau)

El palacio de Neuschwanstein, penúltima estación de la Ruta Romántica, es una parada fundamental en la misma y en cualquier viaje a la zona. Lo hemos dicho una y mil veces: es un lugar mágico que merece una visita. A pesar de la sobrecarga turística.

Por cierto, Schwangau ofrece más cosas: el palacio de Hohenschwangau, un pueblo alpino encantador lleno de granjas, opciones variadas de senderismo, un par de lagos óptimos para el baño…


Füssen

Para acabar, cierra la Ruta Romántica la pequeña ciudad de Füssen (16 000 habitantes), ya en la frontera con Tirol.

Su centro histórico, que rebosa vitalidad, está salpicado de palacetes y aguarda una antigua abadía y un último castillo. La ciudad y su entorno natural son una opción estupenda para cerrar la ruta.


Recorrer la Ruta Romántica

En Bayern a medida y como profesionales y expertos en la región, os hemos presentado brevemente lo que más nos gusta de la Ruta Romántica. Ahora surge la siguiente pregunta: ¿Cuáles es la mejor forma de recorrerla?

La respuesta no es fácil, pues cada viajero tiene sus preferencias, dispone de un tiempo mayor o menor para el viaje o de un presupuesto más o menos limitado. En cualquier caso, estas serían nuestras propuestas:

  • Una muy buena opción para los más deportistas y/o aventureros sería abordar el viaje en bicicleta. Aunque son más de 400 kilómetros, no hace falta ser ningún profesional, ya que la mayor parte del recorrido es en llano y con desniveles moderados. Hay carriles para bicicleta, está bien señalizada y una buena red de albergues y alojamientos. Eso sí, harán falta entre 4 y 8 días, según el ritmo que se le imprima al tour.
  • La mejor opción de precio ajustado para los que quieren ir a su aire, pero descartan la bici, es la de alquilar un coche y recorrerla tranquilamente. En este caso, un mínimo serían cuatro noches, siguiendo siempre la ruta fijada y pernoctando, por ejemplo, en Wurzburgo, Rothenburg, Augsburgo y Füssen.
  • Finalmente, los que quieran más comodidad y disfrutar de una completa interpretación del recorrido, tienen la opción de reservar con Bayern a medida un viaje privado por la Ruta Romántica. Tenemos una propuesta armada incluyendo Núremberg y Múnich, aunque siempre podemos configurar un viaje 100% a medida sobre petición.

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